lunes, abril 28, 2008

Sillas

Hoy volví a faltar al lugar en donde debía estar. Es despertador sonó, ella se me acercó y yo sólo pude decir "déjame en paz" porque paz era lo único que no tenía. En ese momento no sentí nada, considero que fue un reflejo. Fue después, cuando recordé el porqué de esa sensación, que me quedé con los ojos abiertos por largo rato antes de querer siquiera levantarme. Estar, pero no estar como tantas veces sentada en una silla con los ojos pegoteados y mirando a la nada. Esperando.

Cuando abrí mi correo, ahí estaba: la confirmación de que la plaqueta en donde saldrá otro cuento mío ya está lista. No pude sentir nada, lo cual me preocupó bastante. Y otra vez me quedé con los ojos abiertos pensando en que sigo como si flotara o cayera. Demasiada inmanencia para alguien como yo, pensé sin poder hacer nada al respecto. Quizá la indiferencia con la que me revestí hace años vuelve a pasarme factura.

No lo creo. Si fuese así, nada me afectaría, pero no eso está muy lejos de la verdad. 1 pm. Abrí otro correo, alguien me gritaba que le comunique las a fechas en que cumpliré con metas que ya no son mías. Lo cerré preguntándome si hay algo realmente mío en este momento. Indiferencia. Indiferencia que termina cuando miro el reloj. 1:05 pm. 1:35 pm. 1:55 pm. Vale, ya entendí que mi teléfono es incapaz de sonar como hace unos días.

Disculpa, será la última vez, susurré mientras escribía estás líneas. Ahora estoy pensando en las historias que quedan suspendidas en el aire. He tenido varias. Historias que no implican sentimientos mayores a la rabia o la curiosidad. Historias por las que no sientes nada, pero que en algún momento reaparecen y te hacen levantar una ceja y pensar en lo mal que se portaron contigo, pero nada más. Te lo había explicado así y no te sonó verdadero. No importa si dices la verdad, lo que importa es que te crean. Y fue en ese momento en que todas las palabras dichas me acorralaron contra la pared y me dejaron completamente desnuda. Siempre pensé que mi indiferencia no podía funcionar en todos los casos, sobre toco cuando retumba mil veces ese verso de una canción que está en un idioma que no conozco.

5:35 pm. Esperar. Tomar una decisión. Tomar varias decisiones. Cerrar los ojos. Huir... En el borde del camino hay una silla, la rapiña merodea aquel lugar... Pensar, sentir sin poder escapar de lo que se siente. No saber qué hacer. Esperar sentada en esta silla apolillada (la mía) sin saber qué esperar.

Hello, Goodbye

PD: Tengo nuevo header :)
PD2: El verso en cursiva y naranja es de la canción "Historia de las sillas" de Silvio Rodriguez.

Los invito a ver mi entrevista en PORTA9 (click en el enlace). Espero la disfruten y dejen un comment en la página.

miércoles, abril 23, 2008

Ingrávida

1a
Esto es como estar cayendo sin saber cuándo vas a tocar fondo. Esto, sí, esto. Andar por las calles sin saber a dónde se va, sentir el teléfono vibrar y no querer responder tus preguntas de siempre, tener pesadillas en donde te veo saltando por la ventana y estrellándose contra el piso, reventada, muerta y yo más muerta que tú gritando por el auricular que todo ha sido mi culpa. Mi culpa, mi bendita culpa.

1b
Esto es darte cuenta que estás cayendo. Te desesperas, tratas de aferrarte a algo, pero no hay nada. Hoy como siempre regresé sola en una combi y repasé las vergüenzas en mis brazos. Ayer había sentido nuevamente la n
ecesidad imperiosa de hacerlo, de reabrir aquellas cicatrices que nadie debería ver. Estaba en la cama como apagada, adolorida, con los ojos secos que comenzaban a escocer porque ya no podía controlar más las ganas de empapar la funda de mi almohada. Y es en ese momento quise hacerlo: abrir el cajón, desenvolverla, acercarla y rasgar, rasgar, rasgar diecinueve veces. Pero me quedé inmóvil mirando al techo. Esto es notar que caes y que no puedes hacer nada, nada.

1c
Esto es sentir que estás muy cerca de tocar el fondo, pero sin tocarlo. Hoy entré a mi cuarto, estaba oscuro. La ventana estaba cerrada con candado, lo cuál me pareció una ironía (toda esta casa está cerrada con candados, con tus paranoias, lo cual es una ironía doble). Entonces me acerqué sintiendo que me asfixiaba. Esa ventana se parecía tanto a ti. Corrí a traer la llave, tiré del candado, empujé con fuerza y escapé una vez más, aunque sabía que volverías a cerrar todas mis posibles salidas cuantas veces fuera necesario. Fue en ese momento que lo supe: vivir contigo me hace daño, un daño irremediable.


1d
Esto es como seguir cayendo porque no tocas fondo, cerrar los ojos y tentar al vacío. Y en medio de tanto vacío sentir el roce de algo que no sabes qué es. El otro día me dijiste que que nuestra relación era como la de dos personas esperando que algo pase, una transición quizá. Ninguno de los dos supo qué responder cuando nos preguntamos a qué se debía esa espera. Y mientras tanto pensaba (o pensábamos, no sé) en lo cagadas que están las cosas, en cuando
me pierdo en la ciudad sin saber a dónde ir, en los días en que no recuerdo nada, en las estupideces que hago y que tampoco recuerdo con claridad, en lo grande que es esto y en lo pequeños que somos nosotros. Y nos abrazábamos y yo sentía que estaba bien. Y yo caía abjurando de todos mis ideales en aquella tentación de ser protegida (claro, los ideales no sirven de nada cuando uno se siente hasta las huevas), de entregarte mis armas para no hacerme más daño, de cerrar los ojos y sacarme todas las capas que me he puesto encima. Qué esperamos, me pregunté, sin obtener más respuesta que tus innumerables abrazos.

1e
Estoy sola. Me hablas, no q
uiero escucharte. Te paras a mi costado, quiero que te vayas o mejor aún, quiero irme... no se a dónde, no sé a dónde, no sé a dónde. Debería llamar(te), llamar a alguien. Shhh. Esto es como caer... como caer, estar hecha mierda y ni siquiera tocar el fondo para que todo se termine de buena una vez.

Hello, Goodbye


PD1: Les dejo el link de mi segunda columna en Ekovoces. Esta vez hablo sobre la imagen de la mujer transgresora de nuestro tiempo haciendo mención a iconos que hace más de veinte años hicieron lo que hoy aún se hace con el afán de dejar atrás la imagen de "mujer correcta".
Espero puedan leerla: Viceversa: Pepi, Luci, Bom y otras chicas como María Emilia

PD2: Este domingo estaré en de 3:30 pm a 4:15 pm leyendo un cuento en el evento "Arte y Pueblo Libres", les dejo el flyer con la info, espero puedan darse una vuelta.





jueves, abril 17, 2008

Muerte en tres actos

"Lima ha muerto. Calles, quintas, vidrios, sacos, niebla, sombras, miel, todo ha muerto."

S/T - Jerónimo Pimentel


***

Muerte primera
Hace unos días tengo la sensación de que cada día me importan menos algunas cosas. Como tus gritos a través del teléfono, como tu llanto repetido noche a noche, como lo que debo respetar, callar, hacer por vivir en este espacio que nunca será mío. Hace algunos días que abandono ese espacio. Estaba echada boca arriba en una cama ajena y no me había bañado desde la mañana del día anterior. Sabía que olía raro, que mi imagen estaba marcada por ojeras, maquillaje corrido y legañas, que mi pantalón era demasiado grande, que no tenía más que 10 soles en la billetera, que había perdido más de una clase a la que debía asistir. Nada de eso parecía importarme tampoco. Me sentía bien, relativamente bien. Había peleado con quien posee esa cama. Igual yo seguía ahí y quien posee esa cama y yo hablábamos como si nada hubiera pasado. Quizá todo se había arreglado sin decir una palabra. Sin embargo, algunas frases que se habían soltado como dardos contra un objetivo (que era yo) seguían pasando por mi cabeza y doliendo de tanto en tanto. Y eso parecía importarme más que cualquier palabra tuya a través del teléfono.

Muerte segunda
Una muerte mayor me sobrevivo el lunes. Estaba caminando por la Arequipa, maldecía al sol porque me moría de calor. No quiero estudiar literatura, pierdo mi tiempo, he perdido mi plata, no vuelvo más, pensaba cuando una llamada llegó. No seas tonta, es tu primer día, así pasa. OK. Colgamos. Seguí caminando, no pasaba ni un solo micro. Subí al primero que vi, estaba atestado de gente, encontré un asiento de esos que improvisan en la parte de adelante muy cerca al chofer. Creo que sonaba Edith Piaf en el ipod como suena ahora. ¡Padam, padam, padam! (¿que carajo significa padam?). De pronto noté que ya no me importaba hacer eso que tanto quise hacer durante siete años y así morí hundida en el asiento del micro mientras Edith Piaf seguía cantando algo que no podía entender.

Muerte tercera
"Vamos a difundir tu cuento en una plaqueta". De puta madre, dije cuando recordé el mail que me había llegado el día anterior. Luego me senté frente al monitor y abrí mi agenda. "Entregar boceto a V", "ver cd con arte", "ver diseño de carátula de...", cerré la agenda con fuerza y comencé este post. Son las 6:16 de la tarde Este día ha de ser uno más en los que no hago nada, nada de nada. Y no me importa. Deberías preocuparte. No me importa. Deberías, no vas a tener plata. No me importa, aunque ande semana tras semana con solo diez soles en el bolsillo. No me importa, pues. Me importa haber comenzado el que creo será mi segundo libro.

Hello, Goodbye

PD: No se olviden de revisar mis columnas en
Ekovoces, Rocío Silva Santisteban ha posteado la entrevista original en su blog.


sábado, abril 12, 2008

En Ekovoces --> para Latinoamérica


Cuando me entrevistaron en Ekovoces, me propusieron redactar una columna para su nuevo portal de Ekovoces Noticias http://www.ekovocesnoticias.com/

Así nació la columna Viceversa, la cual espero se vuelva columna fija en la página. Un microcuento relacionado con el tema planteado siempre abrirá este texto para luego entrar de fondo al artículo de opinión. En mi primera columna hablo sobre la Bi-discriminación, un tema del cual ya había escrito en mi blog anteriormente; sin embargo, en este texto lo desarrollo con mayor amplitud.

Por otro lado, también se ha posteado en la sección "Mujeres", una entrevista que le hice a Rocío Silva Santisteban que habla sobre espacios de escritura de la mujer. Esta entrevista/artículo se llama "El espacio entre el límite", que es un verso del poema "Venus" del libro "Mariposa negra" de la entrevistada.

Espero puedan leer ambos textos.
Hello, Goodbye

PD: En la foto: Rocío Silva Santisteban, fotografía original de Giancarlo Tejeda.
PD2: La entrevista "El espacio entre el límite" fue realizada para la revista Epóxica y saldrá publicada en el número sobre "Arquitectura y género".

lunes, abril 07, 2008

Con Bayly

La modorra dominguera siempre me hizo pensar que sería imposible ir al programa de Bayly, asunto que venía arrastrando desde que publiqué el libro y que sólo se vio motivado cuando entrevistó a Serrat y Sabina, programa al cual no pude asistir porque mi llamada para apuntarme en la lista de asistentes llegó demasiado tarde. Pero ayer, mi celular sonó cuando yo andaba medio dormida. Vamos a donde Bayly, te apunté en la lista. La voz de mi amigo me sacó del sopor. Mostro, cómo hacemos. Entonces fuimos y la pasamos muy bien. Para quienes vieron el programa de ayer, sabrán que estuvo bastante divertido.

Este hecho no tendría mayor trascendencia sin la historia que cuento a cont
inuación. Yo quería ir al Francotirador para entregarle personalmente mi libro a Jaime, pues no sabía si el que le había dejado en el canal hace meses había llegado a sus manos. Estaba dispuesta a tirarle un librazo en la cabeza si es que no podía acercarme a él, pero la agresión-llamada-de-atención no fue necesaria, pues al final él accede a tomarse fotos con el público. Así que hice mi cola-esperé-esperé-esperé-subí... Qué alto es, pensé. Hola Jaime, no vengo a tomarme una foto, sino a saludarte y darte mi libro. Lo ve. Este libro ya lo he leído... y me encantó. Y yo... ya se imaginarán. Le pedí una mención. Le diré a Ximena, contestó. En mis sueños lo hará, pensé y sonreí. Ojalá, me dije tratando de consolarme. Ahí dejé mi número y mi correo, por si aca, agregué. ¿Eres pariente de Augusto?, preguntó. Sí, es mi tío. Ah, con razón, todos son muy inteligentes. Ya, gracias. De verdad me encantó el libro, está buenísimo, finaliza. Gracias, bye. Beso.

Y así fue. Y ya se imaginarán mi sorpresa, los sentimientos encontr
ados y sobre todo esa sensación indescriptible de cuando alguien te dice que le gusta lo que haces. Y yo no dejo de pensar en las cosas extrañas que me pasan sobre todo en estos últimos días, sobre todo en este tiempo extraño en que todo parece estar tomando forma y desmoronándose en mis manos.

Hello, Goodbye

Entre otras cosas extrañas que me pasan, salió en el El Comercio una nota sobre editoriales independientes en donde mencionan a mi libro como el más vendido por Bizarro Ediciones. Se las dejo el acercamiento en donde sale mi libro, click encima para agrandar. Acá pueden leer la nota completa: Editoriales independientes






miércoles, abril 02, 2008

Humo

"Confiesa, me buscaste entre los escombros
en las ruinas del alma..."

"Jóvenes y Hermosos" - Ismael Serrano

***

**Microcuento en partes unidas**

I
Cuando ella está con él sabe que va a terminar con el pelo oliendo a humo. Seis salidas después del primer encuentro, se echa en su cama a menos un metro de distancia. Humo. Humo y nada más que humo entre ellos y una conversación extraña. "Vamos a dormir". Vale, dormir está bien. Él recuesta la cabeza casi sobre ella. Ella: Tengo que irme, no quiero, pero tengo aunque solo quiera hablar y dormir. Se levantan y ella piensa que irse siempre es una mierda cuando uno está feliz en medio de humo y conversaciones a menos de un metro de distancia.

II
Después del séptimo encuentro, ella regresa a casa por una ruta desconocida.
No quiero, está bien irme en micro. Veinte céntimos más por la gracia. En la cabeza hay muchas cosas que hubiera querido decirle, pero hay momentos extraños, micros con rutas extrañas, canciones extrañas que llegan en el momento extrañamente oportuno. Se baja cerca de una librería, camina, entra, compra un libro de Philip Roth porque en la contratapa hay una historia parecida a la que quisiera contarle. Sale, va a un supermercado. Una latita de Gloria Shake le recuerda que ha olvidado en su refrigerador la que compraron hace dos días. La latita en medio del humo y tantas conversaciones pendientes. Habrá que regresar-supongo-si se puede-si se quiere, piensa y con otra latita en la mano toma un micro conocido.

III
En el sexto encuentro, él le dijo que en su primer encuentro nunca imaginó que iban a estar así. Luego recordó que el día que se conocieron, él llevaba un polo del mismo color que el de ella; sin embargo, ella recuerda que llevaba el mismo bvd negro que tiene puesto ese día. Luego él nota que se le ve el calzón. Es lindo, dice, y ella sonríe. Luego piensa que le faltó decirle que nunca le habían dicho eso sin intentar sacárselo. Tampoco le dice que en ese momento se lo agradece.

IV
Nos hemos "encontrado" en un momento extraño, dice ella mientras camina con las manos en los bolsillos. Sí, supongo. Pero nada, ¿te sientes bien? Ajá. Mostro. Ya. Ella siente el olor a cigarro, a humo entre los dos nuevamente. ¿Tú te sientes bien?, pregunta él. Ajá. Ya. ¿Entonces para qué más?, piensa ella. Mostro, no ahora, quizá nunca, uno nunca sabe, está bien. Se despiden. Ese día ella hubiera querido darle un abrazo. Con razón le parezco poco afectiva. Camina, se detiene en la avenida. Mientras toma el micro con ruta desconocida envuelta en el humo de aquél vehículo, piensa en cuán escasos son esos momentos en los que uno se siente bien y en lo tonto que es desperdiciarlos. Oh, el Gloria Shake, mis libros, el abrazo. Tantas conversaciones pendientes y tanto humo sin haber inhalado. Sabe que le espera un viaje largo.

Hello, Goodbye

Les dejo el link al blog literario Porta9, el cual recién ha sido lanzado. Hay un video promocional (que pego abajo) en donde aparezco (mal por cierto, me enfocaron del ángulo equivocado en esta parte), pues me hicieron una entrevista (que está muy buena) que saldrá pronto, ya les avisaré. De momento, visítenla y vean el video.