jueves, junio 28, 2007

¡El 28 de junio es arcoíris!


Yo no me escondo porque no estoy haciendo algo malo.
Tolerancia, quizá es lo único que pedimos porque
el corazón no sabe distinguir qué hay dentro de la ropa interior.
Feliz día del orgullo gay, lésbico, bisexual y transexual.

Hello, Goodbye

domingo, junio 17, 2007

Crónica de la falta de cabeza


"Yo no buscaba amores mercenarios y ella no era la Venus de Buñuel,
pero el tequila de los solitarios, sabe mejor contigo mademoiselle..."

"Viridiana" - Joaquín Sabina

***

** Microcuento más largo de lo usual debido a las copas de más**

"Desde que me operaron, no tengo cabeza para el trago", afirma y lo mira. Está sentado al frente, coloreado del matiz de un viejo recuerdo, tan "viejo" que está presente en esa noche y en ese teclado de celular que intenta llamar sabiendo que el teléfono de mierda no tiene conexión para llamada internacional. Y piensa que siempre ha tenido buena cabeza para el trago of course, se ha tomado como cuatro vasos de Sprite con vodka - el último fue con Pepsi a falta de Sprite concluyendo que sabe a mierda, pero qué carajos - cuatro vasos que hacen que aquella imagen borrosa se vea como el objetivo-agarrable-de-la-noche a pesar de los años de menos y sus estupideces de más.

Y la amiga, sentada al lado de un viejo amor-no-concretado, se desviste un poco y ella se acerca diciéndole "carajo, tú eres tú y ¿por qué no te l0 agarras?" y la amiga se burla y le dice "antes sí podía y ahora..." ahora mejor se burla de ella porque eso de que quiera hacer algo con esa imagen borrosa es inverosímil. Reacciona, por favor. Baila, agarra manos, cinturas, el vaso, el celular, se sientas, parece que estuviera en el aire, sí claro, porque tiene medio culo afuera del sillón, ¡qué capacidad la tuya para sentarte en la nada! De pronto, se le olvida la noche de solteras de ese bar (a la que nunca puede ir porque siempre que se entera que hay, ya ha hecho otro planes) toma el vaso y salud por cualquier cojudez. Y se siente mareadita, alegre, loca y con ganas de... Claro, claro, eso de andar hablando de la falta de polvos y de la necesidad no es bueno cuando sabe que tomará del licor de los solitarios que sabe mejor contigo mademoiselle o monsieur que ve al otro lado del sillón con ese polo del color del recuerdo y ese gusto (que no es gusto sino necesidad) que se mezcla con cada sorbo de la soledad contenida en un vaso de vodka y que, cabe agregar, ninguna de las otras féminas puede entender. (Quizá no lo ha visto bien. Imagen borrosa). Quizá, quizá, quizá, canta Sarita Montiel-y la dobla Gael García Bernal en la "Mala Educación"- que es de Almódovar-que trabajó con la Maura-que viene a su cabeza en ese momento-que se parece a una imagen que alguna vez vio en un blog que no es suyo-que se pierde en otro vaso de vodka. Salud).

Abrazo. (Que lindo es abrazar, recostar la cabeza sobre un pecho). ¿Qué carajo me pasa? No, yo no quiero irme si no ha pasado nada. Y nada, camina a la puerta y un besito en la mejilla bien inocente... pero que bien se siente y aló - Pinche amiga que tiene que le ha dicho que quería que pasara algo y me la ha puesto en altavoz. Carajo. Shhh, nunca más, nunca más vuelvo a tomar. Shhh, shhh señor taxista, la altura de... Aló, estás ahí, esa voz... Tutututututu "usted no tiene activado el servicio de llamadas internacionales, pinche estúpida"... y se echa en la cama que da vueltas como la canción y despierta. Gracias por ese vodka que no le ha dejado las resacas de antes cuando también tomaba del trago
de los solitarios (de dudosa reputación y calidad "para dejarte un dolor de cabeza y cuerpo asqueroso al día siguiente) mientras besaba a alguien más a quien nunca debió besar porque así pasó y no vale la pena recordar. Pero antes sí tenía cabeza, aunque la verdad está comenzando a dudarlo.

Hello, Goodbye


PD: Gracias por la mención en el blog de Amores Bizarros
http://amoresbizarros.blogspot.com/2007/06/nuevo-blog-juvenil.html

martes, junio 12, 2007

Las de Seinfeld - #1

Seinfeld es una de mis series favoritas, de hecho, la única que terminaré de comprar en DVD porque me hace reír. La cuestión es que después de tanta tristeza salpicada por estas páginas, vamos con algo más alegre ¿no? Tampoco se trata de que se me depriman cada que recorren este arco iris.

Vi una vez un documental en que que Jerry Seinfeld y el otro creador
de la serie, Larry David, decían que ellos querían hacer un show sobre "nada" y nada significaba decir, actuar, representar esas cosas tontas que le pasan a uno diariamente - de las que nadie habla - pero que son graciosas en sí y merecen ser contadas porque la gente se sienten identificada con ellas. A pesar de que las primeras temporadas de la serie no tuvieron mucho éxito, las siguientes consagraron a Seinfeld como una de las mejores series cómicas de los noventas. Es por esta razón que quería redactar algunas cosas "a lo Seinfeld" que me han pasado en estos últimos días. Espero hacerlos reír un poquito, digo, porque el piso multicolor de este espacio anda algo mojado después de tanto aguacero.

Caso 1: Croissant del Starbucks

Escenario: Maje y Jen comiendo un zambito en el Donofrio de Miraflores.
Maje habla de cómo mejorar el retiro del próximo año... Sí, porque la charla del pecado social estuvo buena, pero en la del pecado personal casi se duermen. La cuestión es llegar a ellas y yada, yada, yada... Jen pone cara seria, mira a Maje como tratando de expresar una idea "genial" para mejorar el retiro, abre los labios y... ¿De donde sacan los croissants del Starbuckss? ¿Dónde los hacen, por qué son tan ricos? Pero por ese precio te compras 10 croissants en Wong. Awww, ¡pero son buenazos! El Starbucks, definitivamente, es un pecado social... (que tales babosas, de verdad).

Caso 2: La Real Academia de la Lengua Española

Escenario: Casa de Maje, reunión de la revista de arquitectura. Hacen acto de presencia dos miembros más del directorio de futuros accionistas.
Maje buscando en la página de pymes como constituirnos como empresa. Jen, Quirita y Yacky observan y divagan sobre el nombre de la revista... ¿Saben que el nombre ni siquiera está en el diccionario de la real academia? Yo lo busqué, afirma Jen. Maje lo busca y efectivamente, no está... Pero ¿quién coño decide qué cosa poner en el diccionario?... Jen comienza a divagar... Son los reales académicos de la real academia que deben usar túnicas y tienen barbas largas y escriben con pluma y son viejos... Quirita interrumpe... Yo pasé por la real academia cuando estuve allá... Jen se asombra... ¡No! ¡Y seguro era como el castillo de Hogwarts!... Carcajada general. Conclusión: Los académicos de la real academia se ven todos como Dumbledore. (WTF??)

Caso 3: Mi yo asesino

Escenario: MSN
Jen: Quiero matarla...
¿Qué veneno no se nota en la sangre?
Maje: I (a quien también queremos matar, por cierto) dice que el arsénico no se nota.
Jen: Ya, facisilísimo, le digo amablemente: Bitch...
Maje: No, bitch no...
Jen: Ya, le digo amablemente, "quieres tomarte un café, digo, para conversar un rato sobre arquitectura barroca-colonial-churrigueresca" y le meto arsénico y ya. Ay, matar en las películas es tannn fácil. No te gusta tu marido, ¡pammm! le das con una pata de jamón en la cabeza (véase "Qué he hecho yo para merecer esto"). Y si mato a librazos, pero con mi libro, ¿se podrá?
Maje: Seeee, si puedes matar con una pata de jamón, puedes matar con un libro...
Jen: Pero bueno, un buen Baldorazo en la cabeza puede matarte, pero mi libro es muy delgadito...
Maje: Juntas varios, pues, ¡mensa!

Caso 4: Jen y Maje echadas bajo un árbol (Crónica de cuando echarse bajo un árbol tiene los mismos efectos que haberse fumado un porro o el pasto)

Escenario: Bajo el árbol en la casa de retiro. Maje - fan incondicional de Sabina - escucha por un audífono "Veneno en la Piel", Jen escucha por el otro. Cantan y conversan.
"Y si esta noche quieres ir a bailar, vete poniendo el disfraz de pecadora"... Lalala...
(Maje comienza a hablar de temas prohibidos en un retiro, Jen la sigue y se ríen a carcajadas). No details.
De pronto, aparecen dos animadores del retiro y las chicas bajo el árbol se echan a reír con más fuerza. Los animadores no saben qué les pasa... Si supieran de qué estábamos hablando... Se les caen los audífonos por la risa.

Quizás, otro día después de muchos aguaceros, posteé más de las de Seinfeld.
¿Tienen alguna de ustedes que pueda incluirse en estas "estupideces diarias"?

Hello, Goodbye

jueves, junio 07, 2007

El deseo que no se fue detrás de nadie

"Tu cuerpo que se esfuma entre las hojas que revientan,
el olor de lo mojado, un vendaval,
las hojas que te siguen como pidiendo que vuelvas,
pero es claro que esta vez no volverás (...)
y mientras todo llueve, yo me alejo y me pregunto
si algún día te conseguiré olvidar..."

"Es Todo" - Alejandro Filio

***

Hace dos días que ella se repite que ha de volver a comenzar, esos mismos dos días que no lo hace y que pasa por un camino que lleva un nombre porque fue el camino que tomó aquel día que andaba escapándose y le hacían olvidar entre algunas risas a través de un teléfono azul que debería ser rojo. El camino que comienza con una canción, pasa por un parque en donde mira de reojo las dos bancas donde se sentó para tratar de calmarse y para escuchar y terminar con el deseo de no llegar y ver de nuevo ese lugar, esa casa pintada "almodorvianamente" con colores que ella escogió, pero que guarda todos esos recuerdos que no se borran prendiendo un incienso de vainilla que tanto le gusta.

Hace dos días - o más, ya no sabe - que no ve más allá porque seguro que cuando ella decidió levantar su muro de Berlín particular porque "no-hay-nada-más-que-decir", se decidió olvidar, dejar aunque ella (tonta, muy tonta) sienta que
duele un poco (y que importa eso si nadie va a leer, si los enlaces no aparecen, si hay orgullo y falta de lucidez).

Hace dos días que sus comienzos son en vano, que lo ha soñado en pesadillas horribles - lo siento, estúpido inconsciente, estúpido Freud, estúpida locura - hace dos días o más que ella entiende todas las razones y que sigue escribiendo tonterías, pero que se pregunta - estúpidamente - cómo puede entender y doler, cómo existen las relaciones cuando no hay nada semejante, como vas a la izquierda cuando quieres ir a la derecha, cómo existen distancias tan grandes que no se pueden cumplir, cómo se convierte uno mismo en ladrón y roba y no devuelve, cómo se terminan los ciclos, las historias, los momentos, cómo se dice adiós y cómo se saluda, cómo se escribe, cómo se escribe, cómo se escribe.

Hace dos días que Delgadillo parece tan alegre, que Alejandro Santiago canta todo una historia, que Sabina dice "amores que matan, nunca mueren", que Silvio vuelve a ser Silvio,sobre todo con eso de "hoy viene a ser como la cuarta vez que espero desde que sé que no vendrás más nunca", que Serrat repite "no hay nada más bello que lo que nunca he tenido", que Pablo grita que "debería poner en la tierra los pies", que Ocenasky promete tonterías como "juro que no vuelves a escuchar mi voz, no importa que estalle todo en mi interior", que Ismael no hace nada más que recordarle lo que no existió en ese lugar fuera de los lugares comunes y que la trova pierde tanto sentido como estas letras. Y olvida del camino que va y viene, que comienza en Benavides, pasa por un parque en donde resuenan voces y termina en su casa para desaparecer entre sus manos que nunca alcanzan a tocar nada. Hace dos días ella quería escribir otro post, pero ya ven.

Hace dos días ella pensaba que uno tiene que tener cuidado con lo que desea. Porque dijo Silvio "ojalá se te acabe la mirada constante, la palabra precisa, la sonrisa perfecta, ojalá pase algo que te borre de pronto, una luz cegadora, un disparo de nieve..." y se hizo realidad. Hace dos días o más, algo se borró de pronto. Pero ese casi imperativo "ojalá que el deseo se vaya tras de ti" no se cumplió, no se fue detrás de nadie.

Hello, Goodbye

domingo, junio 03, 2007

De por qué lloré con mi antifaz en la mano

Estuve 3 días lejos del mundo. Me había puesto mi antifaz de fortaleza, sí, ese que ya no sé si es antifaz o si se ha convertido en un rasgo de mi verdadero rostro tan característico como el lunar que tengo al lado de mi boca. Porque yo también tengo antifaces, pero trato de no usarlos. Estuve 3 días lejos de mi casa, de esta computadora, de mi Lima, de tu ventanita tintineando a lado derecho de este monitor con ese antifaz que tenía que mostrar delante de esas personas de las que tenía que encargarme, a las que tenía que quitarles el antifaz también con sólo estas palabras y experiencias que se me hace fácil contar cual relato de guerrillera porque es mi única arma y el único juego que sé jugar sin riesgo a perder muchas cosas. Espero haberlo hecho bien, en fin.

Y el sábado la guerrillera nos llevó al desfile de antifaces con un discurso que parecía escrito para mí. Porque fue en ese momento que me quité el antifaz por primera vez y lloré porque así lo quise o lo sentí. Porque dijo... "no estás sola, no aunque tengas miedo"... Y me lo escribió luego en una carta amarilla - ya que hablamos de colores últimamente - y yo, al terminar sus letras también amarillas con el antifaz en la mano, lloré otra vez. Y volví a colocármelo para perderlo en un lugar a donde no entraba hace tiempo. En donde me arrodillé y no me sentí tan fuera de lugar. Quizá nunca debí alejarme pues si mi entrada era sincera, nadie podía rechazarme, sea como fuera. El antifaz mojado, mis lágrimas, una canción de antaño, un chocolate caliente, un croissant. Y volví con mi antifaz - que no sé si es un rasgo de mi rostro ahora - y te enfrenté. Y todo perdió sentido porque
sincerarme me hizo sentir tonta, triste y tranquila. Pero tenía que decir todo lo que dije para que ese enfrentamiento tuviera el mismo final. Y yo entendí, siempre he entendido. Me quité el antifaz de nuevo. Triste, tonta y tranquila, con mi antifaz en la mano sin llorar. Porque llorar no tuvo sentido, esta tristeza tampoco, menos la tranquilidad o quizá esa sí.

En ese momento, sólo sentí que debía agradecer a la guerrillera por traerme de vuelta a algo que no sé si durará mucho, pero que de momento me ha dejado tranquila. Quizá la tranquilidad sin sentido se deba a que no estoy sola, a que nunca he estado sola. Quizá haya algo más allá, algo que permanece callado, algo que decidimos ignorar. Entonces, sin mi antifaz - porque no tenía sentido usarlo - escribí en este blog pretendiendo acabar con los cuándos, los cómos, los porqués, los antifaces de miedo, las dudas sobre lo que es correcto o no, sobre di desaparecer o quedarse, sobre lo que ya no tiene sentido. Porque yo no quiero sentir esta tristeza ni esta sensación de puntos suspensivos. Porque yo nunca quiero quedarme en cuándos, en cómos, ni en porqués. No, yo nunca me quedo en cuándos, en cómos ni en porqués ni uso antifaces para cubrir estas dudas o debilidades. Espero que nunca más.

Hello, Goodbye