viernes, abril 27, 2007

Meme - Cherry

Ya. Odio los memes, pero lo voy a cumplir porque eso de que te lo envíen por dos - o tres - blogs diferentes debe ser una señal. Pero advierto que siempre que me dicen que nombre las cosas raras en mí - aka: manías - nunca puedo recordarlas todas, de hecho casi no recuerdo ninguna hasta que vuelven a aparecer. Pero, vale, haré el intento. Así y todo volveré a alzar mi cartel antimeme: Dile NO al meme.

pecadoras Antes de proceder a cumplir mi condena, los invito a todos a darle una chequeada a este nuevo blog llamado "Las Pecadoras Modernas y otras chicas del montón", el cual está enfocado en dar opiniones sobre lo que es pecado o no según una experta teóloga que tuve la oportunidad de conocer. No crean que es un blog religioso, sino un blog de debate y de consulta que me resultó sumamente interesante. Espero lo visiten seguido, cuenten sus pecadillos y formulen sus propias opiniones. Considero que es un proyecto que generará muchas polémicas.

Ahora sí, procedo con mis meme-rarezas:
  • Soy coloromana, según Maje. Lo cual quiere decir que me gustan todos los colores. Supongo que es porque soy diseñadora, pero es algo que he descubierto hace poco. Antes decía que mi color favorito era el azul, ahora no puedo escoger un color favorito, me gustan todos. De hecho, me visto de todos los colores, aunque he de confesar que no me gusta el lila para vestirme y que también hay algunos colores que prefiero sobre otros.
  • Detesto el sol, el sol me hace renegar terriblemente. Adoro los días grises y húmedos, aunque me muera de alergia.
  • Siempre me levanto con un humor de perros porque no soy una morning person. De hecho, pienso que la vida debería empezar a las doce del día . Ahora, esto va acompañado con el hecho de que no puedo dormirme temprano a menos que esté demasiado cansada o con el hecho de que no puedo hacer siesta porque me despierto peor de lo que me acosté.
  • Tengo un fetiche con los ojos, pero he descubierto que no es con el tamaño ni con el color, es la forma y la mirada. Suelo describir ojos cuando escribo.
  • Tengo un fetiche con los lunares. Siempre los ubico, los miro. Algunos son bonitos, los que son horribles son los que son grandes y salidos.
  • Soy adicta a la computadora, no podría vivir sin ella.
  • Soy sumamente olvidadiza, tengo muy mala memoria y soy distraída.
  • Tengo un poder de abstracción enorme, es decir que puedo estar en un lugar con una persona que no me agrada, pero me pongo a divagar y puedo estar en ese mismo lugar con una persona que si me agrada y perder la noción de la realidad un poco, o bastante.
  • No puedo caminar con tacos más altos que 5 cm porque me duelen los pies.
  • Quiero tener todas un abanico rojo.
  • Soy algo torpe con los trabajos manuales, es que no tengo paciencia.
  • No tengo paciencia para nada.
  • He sido - o soy - Beatle freaky y Harry Potter freaky.
  • Puedo sentirme mal sin ninguna razón evidente.
  • Siempre, siempre, siempre huelo los libros.
  • Adoro el cine, sobre todo el español y trato de conseguir la mayor cantidad de películas, aunque a veces me las compro y se acumulan durante bastante tiempo sin verlas, aunque siempre las veo todas. Como dato curioso, tengo como 7 proveedores de pelas distintos en distintos lugares de Lima.
  • Adoro el teatro, pero el ballet me aburre hasta el tuétano.
No recuerdo más... y dejen de dejarme memes, por favor.
Hello, Goodbye


martes, abril 24, 2007

De las cosas que no pasan

"Déjame idealizarte, que me pierda
que no encuentro otra manera de tenerte"

Compañera - Alejandro Filio

***

Yo dije "esas cosas no pasan" cuando pasó.
Ahí estaban, esas tres palabras que te convirtieron en realidad. Tres palabras que quizás he sobre valorado, por las cuales - dicen - debería sentirme halagada, que no entiendo. Tres palabras extrañas. "Esas cosas no pasan", repetí cuando estaba pasando.

Lima está gris, fría. ¿Cómo está al otro lado del hemisferio, en esa tierra maldita en la que dejé mi amor regado en un colchón inflable?

Y escuchando, escuchando mil veces.
Las manos frías, el dolor en el estómago, las ganas de querer llorar sin poder, como me pasa últimamente. Llorar sin que nadie me vea.
Mis ojos ausentes, igual que tu ausencia. Es que estas cosas no pasan.
Ayer me preguntaba por qué no te olvidaste de mí -no como reclamo, sino como curiosidad - , hoy parece que ya lo hiciste y lo agradezco.
Y yo tonta, tontísima.
Y escuchando, ¿no?
Y respondiendo ¿no? Con más de tres palabras.
Responde. Respondí. Odio que lo que no debe convertirse en realidad, se convierta.
Aunque estas cosas no pasan.

Estoy tranquila, pero quisiera eliminar esas tres palabras.
No estoy tranquila, aunque un poco sí. No lo sé.
Es que hoy me he venido repitiendo - nuevamente y para tranquilizarme- que estas cosas no pasan y que quizás no pasó.
No es que duelas, pero es difícil describir lo que se siente.
Una sensación de necesitarlo todo y a esas palabras.
Y de no necesitar nada...
Es que estas cosas no pasan, debí ser al revés tal vez.
Pero no - pero eso no pasa, ¿no? - pero pasó y se sintió bien, aunque ha terminado.
Y yo tonta, quizá terminó por mis preguntas retóricas.
Por esas mil preguntas que no me atreví a decir en esos 3 minutos que se asomó por la ventana.

Y una más. Una pregunta más.
¿Qué hago yo tontamente buscando si dijeron buscarme?

Hello, Goodbye

jueves, abril 05, 2007

Corre

Corriendo, visiblemente perturbada. Ese fantasma gigantesco la persigue. Ella corre, corre, corre. Odia correr, detesta correr. Unos papeles caen al piso. El fantasma los devora. Corre. El riesgo es grande, nunca tuvo temor de correrlo, siempre tuvo miedo de lo que vendría después. Corre más rápido, los rulos alborotados, los ojos queriendo mojarse sin hacerlo. Los 20 minutos de lucidez, el "dejarlo todo" por correr, su maratón lenta. Corre, se oculta debajo de esa carpeta que siempre fue suya, la misma. Se siente protegida, pero sabe que ahí no quiere estar. Pasa el fantasma, no la ve. Los papeles caen de sus manos nuevamente, la pluma, el pincel que se perdió. El fantasma la escucha, la rodea. Corre, corre demasiado, corre hasta cansarse.

El fantasma es gigantesco. 23 años y se siente de 5 a su lado, 1,61 m y se siente muy pequeña. Sólo corre buscando la seta que la haga crecer con un mordisco. Perturbada, bajoneada, inentendible. A su alrededor, muchos le dicen que no se detenga, que escape del fantasma, que confían. Confiar... Ella se siente ligeramente bien, como cuando acompañan su nombre con la una profesión-vocación adecuada. Corre. Se detiene en el blog, escribe y corre nuevamente. El fantasma la sigue rodeando. Se sienta frente al monitor, lee, investiga, le sale otra parte de ese interminable proyecto-meant to be que antes no tenía, otro rompecabezas de palabras desarmado que cuando se junta le da sentido a su locura, a su vida. El único sentido.

Corre, le echan las cartas, le gritan: "confía". El fantasma está frente a ella. Ella le saca la lengua. "A lo que venga, hijo de puta, por ti no me detengo". 2o minutos de lucidez. Corre de nuevo, perturbada. Piensa que quizás echándose un polvo la angustia se vaya y la falta de paciencia se le olvide. Pero no será así. Orgasmo, climax, cúspide, vacío, todo acaba. Corre. Corre encima de su cama cuando las vueltas sobre el colchón la marean. El fantasma se acuesta a su lado, la hace dormir, la mima. El fantasma la hace a un lado. El fantasma la despierta. El fantasma tiene cara de miedo y, quizás, nombre de cordura.

Corre... Corre porque está segura de escapar y, sobre todo, de llegar.
Hello, Goodbye