Hoy se subieron al micro unas escolares que estaban repartiendo volantes en los que se incentiva el respeto por el asiento reservado pues se supone no se debe usar a menos que estés embarazada, seas discapacitado o anciano o tengas un niño en brazos. Quizá sea un error, pero creo que sí se puede usar con la condición de que si sube una persona con alguna de esas características, debes cederle el asiento.
[1]
Terminé de leer Poeta Ciego que no tiene nada que ver con que una vez se haya subido un ciego a un micro y que nadie le haya cedido el asiento que tampoco tiene que ver con que cuando uno más cegado está, más fácil es sentir miedo que no tiene nada que ver tampoco con que crea que ese asiento debería ser cedido tanto a ciegos como a cegados.
[2]
Así se llamó la cuarta columna que escribí para Ekovoces y que hablaba sobre cómo la muerte de alguien es absolutamente indiferente para el mundo. Todo sigue igual, nada cambia. Es increíble la absoluta indiferencia con la que se mira a la muerte algunas veces por razones que lo justifican completamente.
[3]
A veces, supongo, hay ciertas muertes que le traen a uno tranquilidad. La educación católica hace que uno se sienta culpable por sentir esto. Supongo que es válido ceder un asiento sólo por el afán de estar tranquilo (o, principalmente, para que a uno lo dejen tranquilo).
Hello, Goodbye
Terminé de leer Poeta Ciego que no tiene nada que ver con que una vez se haya subido un ciego a un micro y que nadie le haya cedido el asiento que tampoco tiene que ver con que cuando uno más cegado está, más fácil es sentir miedo que no tiene nada que ver tampoco con que crea que ese asiento debería ser cedido tanto a ciegos como a cegados.
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Así se llamó la cuarta columna que escribí para Ekovoces y que hablaba sobre cómo la muerte de alguien es absolutamente indiferente para el mundo. Todo sigue igual, nada cambia. Es increíble la absoluta indiferencia con la que se mira a la muerte algunas veces por razones que lo justifican completamente.
[3]
A veces, supongo, hay ciertas muertes que le traen a uno tranquilidad. La educación católica hace que uno se sienta culpable por sentir esto. Supongo que es válido ceder un asiento sólo por el afán de estar tranquilo (o, principalmente, para que a uno lo dejen tranquilo).
Hello, Goodbye