(Hablando de la muerte, hace unos días murió un poeta peruano y leí esto: "se realizará un homenaje a X, último adiós del poeta". De verdad detesto esa frase y todos los últimos adioses en general.)
Hay otro anime, uno que me encantó y que he visto dos veces. Este trata de un tío que hace muñecas y éstas pelean entre sí por ser Alice, la muñeca perfecta. El tío que hace muñecas (¿alguien sabe cómo se le llama a un tío que hace muñecas?) hizo siete buscando a Alice, pero digamos que no le ligó. Es decir, esas siete muñecas son intentos fallidos, pero ellas pelean porque creen que acumulando el poder las seis restantes, la ganadora se convertirá en Alice. Echada en mi cama, pensé en que nadie puede pelear con tanto frío como el que hace ahora, que es mejor quedarse acurrucada entre las sábanas mientras recuerdas el sonido del teclado escribiendo cualquier cosa y unas risas que siempre estarán demasiado lejos como para ser reales. Entonces pelear, una vez más, recupera el sentido.
(Escuchas también un Nocturne para violín y piano de Chopin mientras piensas que es momento de salir; sin embargo, subes más el volumen. Y todo vuelve a perder sentido otra vez.)
Loveless significa sin amor. También he visto ese anime dos veces. Me gusta tanto la canción del final de los capítulos que una vez pensé en cantarla en un concurso de karaoke que organizan en las fiestas anime, pero no lo hice porque me es muy difícil retener palabras en japonés. El otro día mientras miraba los libros de Philip Roth en la librería Ibero (pensaba no desistir con este autor a pesar de haberla pasado mal con el único libro de él que he leído: "Cuando ella era buena"), comenzó a sonar esa canción en el reproductor. De pronto mis labios se movieron como intentando pronunciar la palabras en japonés que nunca he comprendido. Como esa noche en que con las luces apagadas, comencé a mover los labios para hablar conmigo misma a riesgo de que alguien más me escuchara y revelara el misterio de las palabras que ni yo puedo terminar de entender.
(En librería me dijeron que tenía descuento por ser cliente frecuente. Me pregunto cuán frecuente se presentarán mis ganas de hablar y cuántos descuentos he de aplicarle a mis palabras para no revelar incoherencias ni esos sentimientos que hasta a mí me cuesta aceptar).
Hello, Goodbye
PD: Cromosoma Z el blog cumplió dos años en mayo del 08.