Ya, ya, me estoy sentando... Sí, es un lunes más de rutina, un lunes más pensando en tantas cosas, pensando en esa mentira que he sumado a las más de cien mentiras que tengo archivadas para no cortarme de un tajo las venas, como dice Sabina.
Estoy sentada en frente de ustedes dos... y te miro a ti primero, a mi derecha... una gran mentira inventada para dejar de sentirme acosada. Pero sabes, linda y cachetona mentira (igual de cachetona que yo) que siempre me pareciste una persona interesante, con esa locura no saber por qué solamente te has relacionado con chicas, con ese carácter tan frío y duro que no refleja la ternura que sí se refleja en tus ojos, en esas agarraditas de mano para que no te me pierdas en esa disco inmensa, en esos abrazos extraños que no deberías darme porque todavía no nos conocemos tanto (como tú dices)... Ay querida mentira, he querido besarte, lo quiero, es probable que lo haga, pero quiero que sepas que ese beso no es una mentira, o sea no es de mentira, o sea... ¿es de verdad? No lo sé, pero tengo ganas de besarte porque me intrigas, porque este fin estuve pensando en ti y quería encontrarte ese sábado de ojos mojados, ese domingo de mirada perdida y te encontré, sí te encontré entre la mentira que a veces quisiera que fuera real (si me permites) y mi realidad espantosamente sola mirando a Bayly cuando volvía de intentar cazar a una mariposa que se me escapó de las manos...
No, este... No me la traigan a ella, si se fue volando cual mariposa inalcanzable mientras yo le gritaba algo que de seguro no escuchó. Siéntate a mi izquierda, al lado de mi mentira. Sí carajo, la verdad es que con la otra (la de la izquierda) si quisiera estar en serio, he dicho en serio. Me duele el trasero, esta silla está bastante dura ¿no podían traerme un sillón? ¿Siempre las confesiones tienen que doler tanto? Ya, que hable de ella. Sí, ya sé que está sentada al lado de la cachetona y que no se le parece en nada. Sí, ya sé que me confunde como mierda, es que ella está medio loquita. Pero yo quiero quererla, yo quiero besarla, yo quiero ser capaz de arriesgarme y decirle que quiero hacer todo eso y más... Pero no puedo porque cada que me decido un poco, esta loca (sí, tú) me dice cosas que me confunden. El gusto que me dijeron que tiene hacia mí se le desvía hacia otro lado, entonces cómo puedo pensar que eso es verdad... Sí, carajo, ya sé que si le pregunto sabría y se acabaría el problema... ¿o recién empezaría? Que me diga que no me jodería, que me diga que sí... no sé, quizás eso quiero. ¿Que no estoy segura? Sí, eso quiero, ¿ya lo afirmé, contentos? Entonces, sumo otra mentira más creyendo que es probable que te guste, pero no lo sé. Entonces eso no es una mentira, es una suposición algo dolorosa. Pero si me permites, me sumaré la mentira de que soy valiente para poder decírtelo de una vez, o mejor me resto la cobardía. Quisiera tanto poder hacerlo...
Bien, sáquenme de aquí porque ninguna de las dos se me acerca y siento que me estoy quemando en este juego macabro de mentir, mentirse y callar. Y aprieto los ojos, qué difícil es jugar.
Hello, Goodbye